

tomillo,

retama negra henchida de flor,

Peonias silvestres,
sus encinas o sus espinos,

sus arenosas playas y sus escarpados roquedos,

cubiles de inimaginables moradores de los que solo podemos intuir apenas su presencia y que en ocasiones nos sorprenden con su mirada desde la profundidad,

recordándonos que en su medio son ellos los que mandan y que nuestra inteligencia puede muy bien ser superada por su astucia,

aprendida de los desafortunados encuentros con aquellos que sí lograron engañarles una vez, dándoles la libertad y devolviéndoles a su medio.

Cuanta belleza encierra esta pasión, apenas perceptible de este mundo tan especial

Cuanta emoción encierra la pesca con mosca para todos aquellos que la practican

y cuanto nos queda por aprender con ella y para ella.

La pesca con mosca puede ser imperfecta, pero solo porque los que la practicamos lo somos.
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