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18 dic 2008

Montajes en Paracaidas

Como su propio nombre indica, “Parachute” o “paracaídas”,
hace claramente alusión a la disposición horizontal de las fibras del hackle en relación al cuerpo del montaje y que le otorgaría ese efecto de descenso y posada sobre la superficie del agua, logrando con ello esa pretendida persistencia y estabilidad que con otras formas sería muy difícil conseguir. Son muchas las formas de acoplamientos en los que podemos utilizarlo. Así como muchos los materiales o soportes que podemos usar para su adecuada colocación y que vemos aquí en algunas de las fotografías, donde hemos podido usar pelos de ciervo o corzo, de ternero, (como poste) o de raquis de pluma e incluso foam para ciertos montajes de hormigas y escarabajos.

La materia más objetiva para formar este peculiar montaje está basada en la pluma de gallo de León o plumas de cuellos de las llamadas tipo “Hoffman”, más largas y resistentes pero de menor calidad y finura de fibras y brillo. También se puede montar con otro tipo de fibras sintéticas formando un Hackle artificial, o incluso formado con fibras extraídas de las largas plumas de culo de pato o la propia pluma en sí aderezada para su mejor utilización.


La forma correcta de hacerlo es ir dando vueltas alrededor del material que estemos utilizando como mástil, con la pluma que hayamos escogido para tal fin y atarlo bien por la parte delantera o por la de detrás del poste, procurando no pillar con el hilo de montaje las tres o cuatro vueltas que le hemos dado. La presencia después de acabado y si lo hemos efectuado adecuadamente es espectacular.


No obtendremos mejores resultados en cuestión de posada con ningún otro montaje de hackle para seca. Hay que hacer una observación importante para este método de montaje, y es la siguiente; una vez que hayamos seleccionado la pluma con la longitud adecuada de fibras con la que pretendemos realizar la imitación, (ya sea de cuello de gallo o de culo de pato) procederemos como se indica en la fotografía a “limpiar” de un parte todos los pelillos, dejando únicamente los de un lado.


El fin está bien claro, al no haber fibras más que en una sola parte, al girar el raquis en espiral hacia abajo sobre el mástil, no ensamblarán unas sobre otras haciendo que en su colocación no se monten hacia arriba y hacia abajo, quedando todas en el mismo plano horizontal, dándole mayor fiabilidad y mejor presencia a nuestra artificial.

De la presentación que estos modelos tienen sobre el agua, estoy seguro que habría tema para escribir un libro. Cuando preparo mis modelos y termino su confección, siempre me gusta echarles sobre la mesa para ver la acción y el efecto que determina que siempre caigan en la posición correcta, con el ala levantada y el hackle horizontal.


Esta perspectiva, será la misma sobre la superficie del agua, debido al frenado que ejerce el aire (con respecto a su equilibrado peso), dejándolo bajar solamente en esa posición e induciéndolo a descender de una forma suave y mansa sin ninguna brusquedad. Motivo éste, muchas veces responsable de nuestros fallos o fracasos en la intención de mostrar nuestra artificial adecuadamente. Una ventaja más de esta colocación nivelada del Hackle es que no puede rizar el bajo de línea, cuando en la forma clásica y por efecto del aire y del vaivén de los falsos lances, tiende a girar en el sentido de las vueltas que le hayamos proporcionar.


La visión que los peces han de tener de estas imitaciones desde debajo de la superficie del agua, y a juzgar por los excelentes resultados, deben ser de lo más apetecibles y parecidas a las naturales. Los puntos de contacto de las fibras o pelillos del hackle en la película superficial (como puede observarse en las fotos) es de lo más convincente, formando esos puntos anillados similares a los producidos por las moscas naturales en su deriva por el plano acuático y que son de lo más atrayente para cualquier especie de pez que lo tenga en su campo de visión.


Por supuesto que existen muchas más formas y modelos diferentes en los que se puede practicar el montaje del hackle en paracaídas y estoy seguro de que con vuestra imaginación podréis superar (si es que no lo habéis hecho ya) el reto, creando nuevos y mejores modelos de los aquí presentados, que no son más que meros esbozos de mi fantasía puestos a desempeñar y obtener buenos resultados.

Detalle de los puntos de contacto sobre el agua de una hormiga en foam con Hackle en paracaídas.
Tricópteros tocando la superficie del agua en la que se pueden apreciar los puntitos de contacto de los pelos sobre la misma. Aspecto de algunos de los montajes de hormigas y tricópteros después de terminados, donde se aprecia la disposición plana de las fibras en paracaídas. Imitación de efemera oliva montada en paracaídas sobre un poste de pelo de ternero color naranja. Imitación de bétido marrón con el mismo montaje en paracaídas sobre un mástil pelo de corzo de color natural. Forma y aspecto de una pluma de cuello de gallo limpia y preparada para el montaje en paracaídas. Forma de extraer un poste de un raquis de pluma, y que servirá a la vez como ala del insecto a imitar. Forma correcta de colocación del poste para imitar el ala y dispuesto para la colocación del hackle en paracaídas. Detalle de útil para el correcto anudado en la anilla, sin que pillemos ninguna de las fibras que conforma el hackle. Vistas inferior y superior del montaje terminado y posición de las fibras en horizontal al plano de mosca. Detalles de montaje de un tricóptero en paracaídas. Forma correcta de posicionamiento del hackle con respecto del tejadillo de pelo de corzo, y aspecto final después de haber abatido el mismo finalizando el montaje.
Aspecto de algunas imitaciones montadas con diversos materiales pero con la común particularidad de que todos ellos están montados con hackle en paracaídas.

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