Día desapacible, frio intenso y, a veces granizo y a veces nieve.
Pescar, lo que se dice pescar, no apetecía.
Pero la afición puede mucho más que ciertos elementos.
Y, pescamos, vaya si pescamos.
Hombre... no fue un gran día de los que merece mucho la pena recordar. Hubo quien cogió dos en la misma tirada.
Yo con cinco capturas (una de 37 cm)
y otras tantas mis compañeros, amén de las tomadas que se soltaron
y a pesar del mal tiempo, pues al final, quedamos agradecidos de que las truchas no se hubiesen ido a ver las procesiones y nos deleitaran con su presencia y colorido.
Siempre es agradable ver la librea de las truchas de la parte alta del tormes, con sus pintas dibujadas como con rotulador dentro de unos ocelos blancos,
como si fuesen cien ojos que nos mirasen todos a la vez.
Volveremos en alguna otra ocasión durante esta misma temporada
y veremos si aún son tan agradecidas que se dignan a saludarnos y volver a mostrarnos sus pintas,
y a ser posible... que sean grandes.
.-
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3 comentarios:
Que bien te lo pasas, Paco, con tus amigos.
Ya veo que en La Aliseda, pese al frío, bien e t´rminos generales, con truchas preciosas de librea.
¡Qué envidia más sana me das! Ya iré por León he intentaré "calmar mi sed", en todos los sentidos. Por cierto, te espero en Villagonzalo II. Te llamaré.
Eduardo Gª Carmona
Muy bonitas y parce que hasta hubo un momento de sol.la proxima vez ,quizas ya suban a las secas!saludos.
Igualmente un cordial saludo amigo Farioreo.
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