Seguidores

28 sept 2009

Finaliza la décima edición de la Semana Ibérica de Caza y Pesca



La décima edición de la Semana Ibérica de Caza y Pesca, que se ha celebrado desde el pasado viernes en Valladolid, concluye con una jornada en la que han continuado las actividades dentro del recinto y se han llevado a cabo las entregas de premios correspondientes a las competiciones disputadas durante el fin de semana en Valladolid, Zamora y Palencia.


Triunfo de pescadores leoneses en salmónidos

Los leoneses David García Ferreras y Pablo Castro Pinos se han proclamado campeones por equipos del Encuentro Internacional de salmónidos mosca, disputado en el marco de la Semana Ibérica de Caza y Pesca.

En la clasificación individual el triunfo fue para el vallisoletano Regino Álvarez, con doce puntos y 24 capturas; el segundo lugar lo ocupó García Ferreras, con 12 puntos y 23 piezas y el tercer puesto fue para el francés Jan Astier, con 14 puntos y 20 ejemplares.

El Encuentro Internacional de salmónidos mosca se disputó a tres mangas en el escenario deportivo del río Carrión, en Palencia, y en él participaron 16 pescadores de seis nacionalidades: Polonia, República Checa, Francia, Portugal, Escocia y España.

Por otra parte, el Encuentro latino de bass disputado en el embalse de Ricobayo concluyó con la victoria del segoviano José Luis Serrano y el portugués Antonio Gonçalves, que lograron un total de 6.630 puntos con las diez capturas que presentaron al pesaje en las dos mangas.

En la clasificación por equipos se impuso el Semana Ibérica A, formado por los citados Serrano y Gonçalves, Pablo y Pedro Barcenilla y José Manuel Iglesias y Juan Jesús Marugán.

El trofeo a la pieza mayor lo obtuvo Alejandro Fabra, de Valencia, con un ejemplar de 1.800 gramos capturado en la jornada del viernes por la tarde.

Por último, en el Encuentro de ciprínidos, disputado en el escenario de San Miguel del Pino, el ganador fue José Luis Ledo Pérez, de Zamora, que consiguió un total de 6.825 gramos, frente a los 5.742 que obtuvo el segundo clasificado, Óscar Iñiguez Calleja.

A las entregas de premios asistieron, entre otros, el director general de Medio Natural de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, el diputado de Deportes de la Diputación de Valladolid, Jesús García Galván, el alcalde de Muelas del Pan, Manuel Arribas, el presidente de la Federación de Pesca de Castilla y León, Enrique Domínguez, el presidente de la Asociación de Cazadores y Pescadores de Valladolid, José Antonio del Río, y el director general de la Feria de Valladolid, Carlos Escudero.

22 sept 2009

Divagaciones de un mosquero

Hace mucho, mucho tiempo... escribí este artículo, pero cada vez que lo leo... me siento más cerca de la verdad.


Sirva como homenaje a todos los mosqueros que se esfuerzan por comprender la pesca con mosca.





Es tal el desconcierto que tenemos en ciertas ocasiones puntuales sobre la actitud, condición o posición de los peces que pretendemos pescar, que a la mayoría de los mosqueros noveles, y aún a muchos veteranos o experimentados, nos resulta difícil elegir una forma de actuar para desenvolvernos con éxito en estas situaciones, en las que los peces nos hacen percibir nuestro nivel de competencia y nos hacen sentir tan humildes como lo son nuestros fallidos plagios que pretenden ser copias de lo imposible, sin darnos cuenta de lo absurdo que es intentar emular las propias obras de la naturaleza. Aunque muchos de nosotros lo intentemos, lo único que conseguimos son meros y simples esbozos abstractos, inconcretos e indefinidos, con una vaga similitud de importancia, pero sin valor natural alguno.


Aun así, y habiéndose escrito sobre este tema en innumerables ocasiones, pretendo ayudar a los más novatos en este maravilloso arte que es la pesca con mosca y cola de rata, basándome en mis propias experiencias y costumbres, poniendo en práctica algunos de mis métodos, técnicas y procedimientos de actuación en estas ocasiones difíciles en las que solemos encontrarnos, sin tener más argumento que el “no sé que hacer. En estos momentos, no sé que carajo están comiendo”.

Siempre se ha dicho que la observación es muy importante. Yo voy más lejos y digo que es básico, fundamental, esencial. Sin la observación generalizada de todo lo que se desenvuelve y rodea nuestro medio no podremos hacer un sencillo análisis de las condiciones en las que nos encontramos para desentrañar los enigmas que rodean a insectos, peces y mosqueros en situación de la práctica de la pesca.

No es necesario ser un experto entomólogo, aunque sí conviene conocer, (y no pecar de ignorancia), el desarrollo de los insectos y su evolución en su medio natural con sus aspectos fundamentales. Esto nos ayudará a no cometer errores que harían que nuestro intento por conseguir que los peces tomen nuestras artificiales no sea un categórico fracaso, con la consiguiente desilusión. Es obvio que debemos conocer al menos el aspecto y la forma de determinados insectos, para conseguir unas imitaciones lo más dignas y plausibles creando la suficiente incertidumbre en los peces como para que aumente su interés atractivo hasta el punto de que supere al de su desconfianza.
Ahora ya estamos en la orilla del río. Son las diez de la mañana de un día de mediados de junio. Hemos dedicado unos minutos a la observación. No resulta muy difícil y, cuando nos acostumbremos, sabremos qué es lo más adecuado para poner en el final de nuestra línea. Lo ilustraremos con un ejemplo: observamos que es el principio de una eclosión de insectos. Hay tomadas en superficie y nuestros nervios se ponen de punta. No hay que precipitarse y continuar con la observación, aún no vemos el insecto tomado.

Si dedicamos unos minutos más a ese pez en actividad, veremos cómo unas veces toma algún subimago y otras ha tomado algo que para nuestros ojos no existe. Es muy posible que esté tomando todo el alimento que le llega por encima y por debajo de la superficie del agua. Pasado algún tiempo más, y a medida que la eclosión aumenta en cantidad, observamos que su actividad se reduce a lo que ya no somos capaces de ver. Toma únicamente los insectos aún por eclosionar, los emergentes, y hace caso omiso de todos los subimagos que flotan por encima del pez, en la superficie. Es en este momento cuando tendremos que tomar la decisión de elegir nuestra imitación más adecuada.


Supongamos que hemos llegado antes de esta situación al río. Nos disponemos a pescar una zona de aguas movidas, pero no rápidas. Con una profundidad media de un metro, en un río no demasiado grande. Como es natural, dedicamos un momento a la observación y no vemos que haya actividad alguna, ni por parte de los peces ni de los insectos. Las truchas (en este caso) deben de estar pegadas al fondo, esperando algún alimento fácil. Sin moverse demasiado. No les conviene gastar nada de su energía por una comida que saben tendrán en abundancia a una hora determinada del día. Su tónica es descansar y esperar.


En nuestro afán por pescar, nos metemos en el agua. Hemos montado en punta una larva de tricóptero lastrada. De un color verde oliva, con el tórax de color teja en dubbing deshilachado. Unos treinta centímetros más arriba y con una hijuela de ocho a diez centímetros se encuentra también una emergente, una pupa de tricóptero.

Llevamos algún tiempo pescando con esta técnica y hemos obtenido algunas picadas y capturado alguna trucha, pero ya observamos alguna cebada en superficie y vemos cómo eclosionan algunos insectos, principalmente bétidos. Es el principio de una eclosión. Nos conviene cambiar las ninfas por una imitación de subimago del mismo tamaño y color de los que vemos eclosionar. Tendremos alguna subida y capturaremos algún ejemplar, pero conforme aumente en número la eclosión, los rechazos serán cada vez más numerosos, llegando incluso a divisar cómo alguna trucha se está cebando de forma continuada haciendo caso omiso de nuestra imitación de subimago e incluso de todos los subimagos naturales que derivan por encima de ella.

Existe un momento, más o menos duradero durante la eclosión, cuando ésta alcanza su máximo auge y la superficie del agua está tapizada de insectos, en el que las truchas no toman subimagos, si no que únicamente lo hacen con los emergentes. Es tal la abundancia de ellos, que aunque el recorrido del emergente sea inferior al de un subimago, tienen tiempo suficiente para alimentarse sin parar y sin la necesidad de asomar la cabeza fuera del agua. Por está razón observamos cómo se mueve la superficie sin que el pez tome nada aparente.

No deberá ser duradera nuestra decepción, si disponemos de una imitación emergente, del color y proporciones adecuadas a las del insecto que está eclosionando en esos momentos. Aunque estos casos (y ésta es una opinión muy personal) en que los peces toman solamente emergentes, suelen darse casi siempre con abundantes eclosiones, no debiera ser impedimento para que el mosquero versado y con autoridad, con su experiencia, práctica, destreza y habilidad, consiga, junto con alguna de sus oportunas y acertadas imitaciones, engañar los suficientes peces como para pasar un rato inolvidable dentro de su entorno preferido, practicando su afición favorita, sin tener que decir aquello de “Hube de dejarlas por imposible”.


Con todo, alguna vez nos ocurrirá que no tengamos aquello de lo que “ellas” se están alimentando y que sea la causa de nuestra desesperación. Pero la pesca con mosca es precisamente esto. Un discurrir para descubrir nuevas formas y modos que entre todos los que nos dedicamos a ella, no cesamos en nuestro empeño por hacer de este arte nuestro deporte favorito y que es la base fundamental de su atractivo.

Pero... éstas, no son más que divagaciones de un mosquero.


,.-

8 sept 2009

I OPEN MIGUELPESCA




JUAN RODRÍGUEZ gana el I OPEN MIGUELPESCA de pesca a mosca

En el I Open MiguelPesca de Pesca a Mosca organizado por el Grupo MiguelPesca participaron veinte pescadores clasificados por los concursos Conde de Waldemar, Cibeira, Cidade de Narón y Santiaguiño do Monte. Tomaron parte como invitados de la organización, cuatro pescadores más, uno por concurso.

Bajo la Dirección Técnica de Alberto Mera, en jornada intensiva de mañana y en la novedosa modalidad de mangas de media hora, los veinticuatro participantes se encontraron un día fresco pero con sol. A decir de los cañistas el río iba algo bajo de agua y se notaba la tralla que llevó el acotado de San Sadurniño esta temporada. Las truchas estaban algo picadas y recelosas.

Por momentos el viento racheado complicó algunos lances pero, en general, la competición se desarrolló sin complicaciones ni incidencias reseñables.

A media mañana, eran muy numerosos los pescadores, aficionados y curiosos que se acercaron al coto para seguir las evoluciones de los competidores, la elite de la pesca a mosca en Galicia.

La organización a cargo del Grupo MiguelPesca y la Sociedad de Caza y Pesca Xuvia contó con la colaboración de Deportes Cibeira, Conde de Waldemar y W. Latorre.

En representación de las firmas y empresas colaboradoras, entregaron los premios Miguel Bao (Thinkfish),

Alberto González (Deportes Cibeira), Arturo Alonso (Falconfishing), Oscar Gayoso (Conde de Waldemar) y Julio Seijas y Eloi Saavedra, ambos del Grupo MiguelPesca.

Clasificación:
Campeón: JUAN RODRIGUEZ
Subcampeón: JULIO SEIJAS
3º clasificado: DAVID ARCAY

Patrocinadores y colaboradores:
EL CORTE INGLÉS, NORMARK, THINKFISH, ARMERÍA MAGO, DEPORTES CIBEIRA, FALCONFISHING, MOSCAS ORBIGO, NÁUTICA PÉREZ, DISAYT, ANDRÉS TOUCEDA, PACO REDONDO, TASIO REDONDO, JULIO SEIJAS, OSCAR GAYOSO, PACO PORTO, XAQUÍN L. MUÍÑOS, JORGE R. MADERAL, MIGUELPESCA.COM y TRUEIRO.


Más información en :www.miguelpesca.com