Hace tiempo que veníamos observando la “colonización” de nuestro mercado por moscas originarias del mercado oriental, que como muchos sabemos salen baratas pero de una calidad ínfima si las comparamos a las que ofrecen los montadores gallegos.
Fruto de la preocupación que causaba la aparición de estas moscas, el Grupo MiguelPesca inició, en su día, las primeras gestiones a fin de lograr un sello diferenciador, una marca de garantía, una especie de denominación de origen para los montadores de moscas y otros señuelos o complementos de pesca, para defender sus derechos como montadores o para que se acogiesen a las múltiples opciones que la administración ofrece para defender un producto autóctono.
Hace un año, asesorados por la Asociación Galega de Artesáns Tradicionais, El Grupo MiguelPesca comenzó la elaboración de una amplísima memoria que posteriormente fue presentada ante la Comisión Galega de Artesanía (órgano de la Xunta en el que están representadas las partes implicadas), que es la que decide la adjudicación de la Carta de Artesán a la que optan los montadores de MiguelPesca.
En la reunión del 23-3-2010, la comisión decidió llevar adelante nuestra propuesta por lo que un selecto y reducido grupo de gallegos formarán parte del primer colectivo de “artesanos de la pesca” colegiados bajo la misma marca y con la Carta de Artesán bajo el brazo, con lo que ello supone para cada uno y para todos los que la han conseguido: titulación, subvenciones, cursos, etc.
En los últimos años, el prestigio de un buen número de Maestros Artesanos gallegos ha traspasado fronteras: Mientras algunos de ellos están considerados de lo mejor del territorio nacional, a otros ya se les reconoce en los foros internacionales del sector.
La presentación de “Artesáns del Grupo MiguelPesca” tendrá lugar próximamente.
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