Consideraciones sobre la pesca sin muerte
Podemos pensar, que la pesca deportiva actual practicada en general, va contra las tradiciones y a veces, costumbres más arraigadas dentro de una cultura, basada, durante millones de años, en la captura de peces para el consumo y supervivencia de la humanidad.
Hoy, nuestras culturas y nuestras formas de actuar y pensar están cambiando, así como nuestros hábitos y nuestras necesidades. Dentro de la pesca deportiva, sería lógico suponer que ya no son necesarias aquellas prácticas o costumbres en que los pescadores llevaban las cestas llenas de peces, para en la mayoría de los casos, terminar en los cubos de la basura.
Si bien es cierto que aún quedan algunas personas, pescadores, que continúan consumiendo lo que pescan y qué, -están en su pleno derecho de hacerlo- cada vez somos menos los que evitamos dar muerte a los peces que capturamos, liberándoles a su medio una vez finalizada su captura, e incluso, sin llegar a cogerlos con las manos, dada la facilidad por el uso –cada vez más extendido por la mayoría de pescadores deportivos- de los anzuelos sin arponcillo o muerte, facilitando así en gran medida la suelta y disminuyendo el daño causado. Está contrastado que el uso de estas prácticas disminuye enormemente la mortandad de los peces devueltos al agua.
Por otro lado, sería muy beneficioso implantar cada vez más, los tramos libres sin muerte de todas las especies de peces que pueblan nuestros ríos y embalses. Estamos equivocados al pensar que cada vez que se establece un tramo libre sin muerte, desaparece una zona donde se puede practicar la pesca. Todo lo contrario, al crear estos lugares, no solo aumentamos las posibilidades de acceso a todos los pescadores a los mismos, si no, que evitamos la desaparición de cantidad de especímenes muertos sin necesidad. Por lo tanto, estos lugares continúan estando ahí, pero de otra forma. Ahora, podremos disfrutar igual que antes, pero con una salvedad, ya no podremos matar los peces que pescamos.
Pienso que es lo que la mayoría de los pescadores deportivos buscamos en estos momentos. Queremos sitios donde podamos practicar nuestra afición favorita y pescar, pero no para llenar la cesta.
Apostemos por una pesca sin muerte. Por una pesca deportiva en la que cada vez que soltemos un pez, pensemos que estamos dándole a otro pescador la oportunidad de una nueva captura y, ese otro, puede ser tu hijo en el futuro.
Paco Redondo.
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